Los 12 tipos más comunes de daños en el tejado
Índice
- #1: Daños por granizo
- #2: Daños por viento
- #3: Daños por musgo
- #4: Daños causados por los rayos UV y el calor
- #5: Daños por agua
- #6: Daños por hielo
- #7: Daños estructurales
- #8: Daños en los árboles
- #9: Daños por plagas
- #10: Daños mecánicos
- #11: Daños intermitentes
- #12: Daños por nieve
Identifique y solucione incluso los daños menores en el tejado antes de que se conviertan en un problema importante. Enfrentarse a un tejado dañado puede resultar abrumador, pero saber qué esperar y cómo realizan las reparaciones las empresas de tejados simplifica el proceso para todas las partes. Los propietarios de viviendas a menudo pasan por alto las no emergencias, centrándose en su lugar en fugas y agujeros notables. Sin embargo, incluso las pequeñas abolladuras pueden provocar daños masivos. Descubra los 12 tipos más comunes de daños en el tejado a los que puede enfrentarse.
1. Daños por granizo
Un techador residencial profesional debe inspeccionar siempre su tejado en busca de daños después de una tormenta de granizo. Los daños por granizo pueden manifestarse en forma de pequeñas manchas oscuras en las tejas de asfalto o de grietas más grandes en los tejados de tejas de cedro, y pueden resultar más difíciles de identificar en algunos tejados metálicos o sintéticos.
Si los residentes ven abolladuras o arañazos en otras partes de la propiedad, como buzones, coches, tapajuntas del tejado o rejillas de ventilación, es posible que el tejado también haya sufrido daños. Los daños causados por el granizo también pueden comprometer los gránulos de las tejas, haciendo que el tejado sea susceptible a los rayos UV y a la entrada de agua, lo que provoca goteras que requieren una reparación urgente.
Las reparaciones menores pueden ser suficientes en la mayoría de los casos, pero los propietarios deben considerar la sustitución de su tejado si encuentran más de ocho puntos dañados por cada 100 pies cuadrados. Elegir materiales para tejados que puedan resistir impactos fuertes puede ayudar a prevenir daños por granizo en el futuro.
Las tejas de asfalto más gruesas con lengüetas o capas adicionales y las cubiertas sintéticas diseñadas para resistir los impactos son dos de las mejores opciones, sobre todo en zonas propensas a sufrir graves daños por tormentas.
2. Daños por viento
Los tornados soplan a través del Medio Oeste y en otras partes de los Estados Unidos cada año, y fuertes ráfagas pueden causar daños en el techo, incluso en su día ventoso promedio. Los daños causados por el viento se manifiestan en forma de desgarros, grietas, esquinas curvadas o tejas faltantes, lo que hace que el tejado sea más vulnerable a las inclemencias del tiempo.
La instalación de un material de cubierta con un alto índice de resistencia al viento minimizará los daños en el tejado. Sin embargo, prevenir los daños por viento resulta imposible. Incluso los mejores materiales para tejados pueden fallar debido a una mala instalación, la principal causa de daños por viento.
Afortunadamente, la reparación de los daños causados por los fuertes vientos sigue siendo bastante sencilla, y suele requerir la sustitución de algunas tejas para restaurar el tejado. Retrasar las reparaciones significa seguir expuesto a los elementos, lo que puede hacer necesaria una sustitución completa del tejado más adelante.
3. Daños por musgo
El musgo puede causar daños en el tejado al crecer sobre las tejas. Aparece en forma de grumos verdes por todo el tejado o en algunas secciones. Si el musgo se ha instalado hace mucho tiempo, los propietarios de las viviendas deben encargar a techadores cualificados la sustitución de las tejas afectadas.
Pueden surgir problemas de humedad si el tejado se encuentra en una zona sombría o si los residentes descuidan la limpieza adecuada de los canalones. La falta de mantenimiento y el mal drenaje provocan la aparición de musgo y líquenes en los tejados viejos. A veces, el crecimiento se queda sólo en la superficie. Pero también puede crecer debajo de las tejas y dañar la cubierta de madera contrachapada.
Este tipo de daño debilita el tejado y lo hace más vulnerable a los daños causados por el agua y el calor. Los expertos en tejados pueden podar las ramas de los árboles que crean sombra excesiva para evitar daños en el tejado por musgo. Además de podar los árboles, mantener los canalones libres de residuos como palos, hojas y gránulos sueltos garantizará un drenaje adecuado del agua.
Los propietarios deben ocuparse rápidamente de los hongos o el musgo que crecen en el tejado de su edificio. Los expertos pueden eliminar las manchas superficiales de musgo con guantes y estropajos. En algunos casos, pueden tener que retirar materiales viejos y sustituirlos si el hongo se vuelve tóxico o ya ha causado daños importantes.
¿Tiene musgo en el tejado? Aprenda a eliminar el musgo del tejado de forma segura y eficaz en nuestro blog. Para consejos generales sobre limpieza de tejados, consulta nuestra guía sobre cómo limpiar las tejas.
4. Daños por rayos UV y calor
Una inspección minuciosa puede revelar ampollas de calor -burbujas o agujeros en la superficie de la teja- debidas a la exposición constante al sol, lo que hace que el tejado sea más susceptible a los daños causados por los rayos UV. Los tejados dañados por el calor o los rayos UV pueden presentar tejas alabeadas y combadas.
Una empresa de tejados puede sustituir las tejas que carecen de gránulos, ya que éstos actúan como capa protectora para evitar los daños causados por los rayos UV. Las zonas en las que faltan gránulos debido a impactos recientes son especialmente vulnerables a los daños por calor, lo que provoca la deformación del asfalto, posibles fugas y facturas de energía elevadas. Una inspección visual desde el suelo con prismáticos puede identificar problemas como bordes curvados, grietas o huecos. Sin embargo, es muy recomendable contratar a un experto para que realice un examen más detallado.
Una ventilación inadecuada del tejado puede provocar daños por calor. Los signos de daños por UV incluyen tejas deformadas y calor excesivo cerca del nivel superior del edificio. Mejorar la ventilación con mejores respiraderos en el tejado o un ventilador en el ático mejorará el flujo de aire. Si las temperaturas extremas ya han dañado el tejado, una inspección minuciosa del mismo determinará si es necesaria una sustitución completa.
5. Daños por agua
Los propietarios de viviendas deben contratar a techadores cualificados para que reparen todas las tejas dañadas a fin de evitar goteras y más daños en el tejado. Los tejados están diseñados para proteger a los residentes de la lluvia y otros tipos de precipitaciones. Sin embargo, el agua que se filtra puede causar más daños con el tiempo y destruir los materiales subyacentes.
La madera y el agua no se llevan bien. Cuanto más tiempo pasa sin que se resuelva una fuga, más se deteriora el estado del tejado, lo que acaba afectando a otras partes de la casa. A veces, es difícil detectar los daños causados por el agua sin una inspección minuciosa. Además, el agua puede dañar algo más que el tejado. Si se deja solo un agujero, el agua puede filtrarse a las paredes, provocando problemas de moho y humedad.
Algunos de los indicadores más evidentes de fugas en el tejado son:
- Goteo de agua del techo, especialmente durante las tormentas.
- Aparición de manchas oscuras en el techo
- Hundimientos en las tejas
Si un edificio ya tiene una gotera en el tejado, un contratista de tejados puede reparar normalmente la zona afectada. Otras veces, si las goteras no se tratan, es posible que los propietarios del edificio tengan que sustituir todo el tejado, la base y las tejas.
6. Daños por hielo
Los edificios con grandes carámbanos o placas de hielo a lo largo del borde del tejado pueden tener presas de hielo. El calor interior puede crear un riesgo al derretir la nieve, que se acumula detrás de un dique de hielo oculto bajo gruesas capas de nieve. El agua atrapada puede provocar daños importantes en el tejado, incluidas filtraciones que se extiendan a las paredes y los sistemas eléctricos.
Los expertos en tejados evitan el uso de sal cuando se trata de diques de hielo, ya que puede ser más perjudicial que beneficioso. En su lugar, utilizan cloruro cálcico para derretir el hielo sin causar daños adicionales. Dado que supone un peligro potencial de derrumbe para las personas que residen en el edificio, sigue siendo aconsejable encargar a techadores profesionales la eliminación de todos los diques de hielo.
El principal riesgo de los diques de hielo es su interferencia con el correcto drenaje del agua, impidiendo que el hielo derretido fluya hacia los canalones tras una fuerte nevada. Para prevenir los diques de hielo hay que retirar la nieve de los aleros de los tejados y asegurar una ventilación adecuada que favorezca la fusión uniforme de la nieve.
7. Daños estructurales
Los daños estructurales en el tejado, indicados por agujeros o derrumbes tras una tormenta, requieren una rápida atención profesional. Los signos más sutiles, como el hundimiento o la curvatura, pueden indicar problemas estructurales subyacentes que requieren una reparación inmediata.
Tras detectar daños estructurales en el tejado, una reparación rápida puede evitar filtraciones de agua y problemas estructurales aún más graves. Los propietarios deben consultar a su compañía de seguros acerca de la cobertura antes de obtener un presupuesto de reparación o sustitución completa y presentar una reclamación al seguro.
La imposta, el sofito y la cubierta de madera contrachapada son susceptibles de sufrir daños por la lluvia y el calor con el paso del tiempo. La capa más externa, las tejas, protegen el tejado de los elementos, pero las tormentas, los vientos fuertes y el envejecimiento pueden hacer que se suelten, se agrieten o falten. Cuando los daños en estas partes del tejado ponen en peligro toda la estructura, se impone una sustitución completa del tejado.
8. Daños en los árboles
Tratar los daños causados por los árboles inmediatamente después de que se produzcan evitará problemas posteriores y garantizará la seguridad y funcionalidad del tejado. Los daños en los árboles pueden producirse sin necesidad de fuertes ráfagas de viento. La caída de ramas y frutos puede causar un impacto notable. Si una rama cae sobre el tejado, es imprescindible realizar una inspección. Pida a un techador profesional que compruebe si hay desprendimiento de gránulos o desgarros en las tejas.
Durante las tormentas, los daños en los árboles suponen un grave riesgo, ya que los fuertes vientos lanzan ramas o árboles enteros sobre los tejados, causando graves daños. Los impactos de los árboles pueden provocar problemas similares a los del granizo, como tejas agrietadas o la pérdida catastrófica de la integridad estructural.
Las ramas grandes o los árboles enteros suelen causar daños estructurales en los tejados, afectando a la cubierta y al armazón. En estos casos, los propietarios deben solicitar la ayuda de una empresa de techado profesional para que realice las reparaciones o sustituciones necesarias.
9. Daños por plagas
La contratación de un exterminador como parte de su mantenimiento rutinario de tejados abordará los posibles puntos de entrada y evitará las infestaciones de plagas. Los daños causados por las plagas pueden afectar a la estructura del tejado y suponer varios riesgos para la salud. Mantener los árboles podados y el jardín limpio protegerá el tejado de las plagas porque limitará sus escondites.
Plagas como ratas, ardillas o mapaches causan estragos al masticar agujeros cerca de la cumbrera o el borde del tejado, que suele ser visible desde el suelo. Las termitas y las abejas carpinteras suponen una amenaza para la madera no tratada. Las abejas, avispas y avispones pueden dañar la imposta y los sofitos al anidar en el voladizo del tejado.
Los daños causados por las plagas debilitan el tejado, haciéndolo más susceptible a daños adicionales causados por el agua o el moho. Busque rápidamente ayuda profesional cuando detecte signos comunes de infestación por plagas. La mera reparación del tejado sin abordar la infestación es ineficaz.
10. Daños mecánicos
Trabajar con un instalador de tejados cualificado es crucial para evitar problemas de daños mecánicos. Las prácticas de instalación inadecuadas, como la falta de clavos y la colocación desigual de materiales, pueden provocar daños involuntarios en el tejado. Estos accidentes hacen que una casa sea propensa a sufrir daños graves.
Los tejados pueden sufrir daños por actividades humanas como limpiar canalones, quitar nieve con pala o caminar sobre tejados de asfalto empinados cuando hace calor. Los daños pueden manifestarse en forma de tejas sueltas o agrietadas, falta de gránulos y manchas oscuras. Algunas zonas problemáticas comunes son:
- Chimeneas
- Valles
- Claraboyas
- Rastrillos
- Paredes
11. Daños intermitentes
El tapajuntas del tejado es el metal utilizado para sellar los valles y las penetraciones del tejado, protegiendo un edificio contra la lluvia y la nieve. Aunque un tapajuntas dañado no siempre requiere atención inmediata, los expertos en tejados recomiendan inspeccionar el tejado antes de repararlo. Instalar tapajuntas de alta calidad desde el principio puede evitar reparaciones y sustituciones durante más tiempo.
Incluso un daño aparentemente menor puede dar lugar a problemas importantes. El óxido o el granizo también pueden afectar a los tapajuntas. Los techadores pueden sugerir la sustitución de los tapajuntas dañados y las tejas adyacentes para reparaciones duraderas. Los propietarios deben evitar arreglos temporales como añadir masilla.
12. Daños por nieve
La nieve plantea varios riesgos para los tejados antiguos. La pendiente de un tejado está diseñada para facilitar la escorrentía del agua, pero los canalones obstruidos o los diques de hielo pueden impedir el flujo de deshielo dirigido. El desbordamiento de la nieve fundida y su posterior congelación pueden dañar el ático, los techos, las paredes y el tejado.
La acumulación excesiva de nieve puede debilitar la estructura del tejado, sobre todo en tejados planos o mal diseñados que no evacuan bien la nieve. Cualquier agujero en el tejado permite que entre el hielo derretido y cause daños por agua. La nieve abundante en tejados viejos puede provocar daños importantes o incluso el derrumbe.
Las fugas de agua pueden producirse por tejas dañadas o huecos alrededor de elementos como chimeneas, tapajuntas o claraboyas. Los expertos en tejados suelen utilizar rastrillos para retirar la nieve después de una gran nevada, a fin de evitar daños y accidentes.
Conclusión
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